¿Deberías aceptar a Yenna en tu campamento en Baldur’s Gate 3?
Yenna es uno de los personajes que podemos reclutar en nuestro campamento en Baldur’s Gate 3, pero tiene sus pros y contras. ¿Deberías aceptarla? Aquí está lo que tienes que saber.
Una de las principales características de Baldur’s Gate 3 es la toma de decisiones. Cualquier determinación que tomemos tendrá una consecuencia, por lo que cada partida puede ser completamente distinta.
Una de estas tantas decisiones dentro de Baldur’s Gate 3 se trata de Yenna, una niña que conocemos al principio del Acto III, cuya madre está enferma y fue en busca de hierbas, pero no volvió en 10 días. Más tarde, ella asumirá que su madre no volverá y, si la tratamos bien, podemos invitarla a nuestro campamento, ¿pero deberías hacerlo?
Spoilers menores del Acto III a continuación…
¿Deberías dejar que Yenna se quede en tu campamento en Baldur’s Gate 3?
Si bien uno creería que una niña huérfana no cambia mucho en el campamento, creemos que, si te gustan los gatos, aceptar a Yenna no es la mejor idea. ¿Por qué? Te lo explicamos a continuación.
Si la aceptas, una vez que lo hagas, Yenna prometerá cocinar para todo el campamento. Además, llegará acompañada de su gato Grub. ¿Qué podría salir mal?
El único que no aprobará su llegada será Astarion, pero aún así los jugadores podrán tener un romance con él, así que no es un problema mayor.
El problema se llama Orin la Roja, quien hará que sospeches de ella, ya que puede cambiar de forma. Más adelante la secuestrará. Si esto pasa, el pobre Grub será asesinado, y para salvar a Yenna tendremos que matar a Gortash a modo de chantaje.
En caso de querer salvar al personaje más importante, el gatito Grub, tendremos que matar a Oran antes de aceptar a Yenna en el campamento.
Si no aceptas a Yenna en tu campamento de Baldur’s Gate 3, perderás su compañía (y la de Grub, claro) y las ventajas que ofrece.