¿Deberías dejar que El Emperador te evolucione en Baldur’s Gate 3? La mejor elección

Baldur’s Gate 3 está lleno de decisiones complicadas, y una de ellas es permitir que el Emperador te haga evolucionar. ¿Debes decir sí o no? Aquí tienes todo lo que necesitas saber.

Baldur’s Gate 3 es un RPG enorme que hace hincapié en la elección del jugador. A lo largo de la historia, habrá un montón de decisiones importantes que tendrás que tomar durante tu aventura, y éstas normalmente tendrán efectos duraderos en tu personaje o en el mundo que te rodea.

Una de las decisiones más importantes del juego se produce cuando el Emperador te ofrece evolucionar, y tanto si aceptas como si rechazas, la conversación tendrá un impacto duradero en el resto de tu partida.

Así que aquí tienes si deberías o no dejar que El Emperador te haga evolucionar en Baldur’s Gate 3.

¿Merece la pena dejar que el emperador te haga evolucionar en Baldur’s Gate 3?

Sí, debes dejar que el emperador te haga evolucionar en Baldur’s Gate 3. Aun así, el panorama es mucho más complicado que un simple Sí o un No.

Esto se debe a que, si decides evolucionar, obtendrás acceso a poderosas habilidades Ilícidas. Sin embargo, tiene un coste: tus rasgos físicos cambian para el resto del juego. Naturalmente, los poderes valen la pena y te volverás infinitamente fuerte.

Sin embargo, es crucial entender que si no dejas que el Emperador te haga evolucionar no habrá consecuencias negativas. El Emperador te dará el Renacuajo Astral y lo guardará en tu inventario.

El Emperador respetará tu elección en este asunto y te dejará marchar. Aparte de eso, tus rasgos físicos permanecerán inalterados. Por lo tanto, la elección final dependerá de lo que decidas hacer. Si crees que no merece la pena cambiar tus rasgos físicos por el poder, siempre puedes rechazar al Emperador.