EA presenta la camiseta contra racismo de FIFA 20
Los más futboleros seguro que estáis al tanto del bochornoso incidente de esta semana en el partido internacional entre Bulgaria e Inglaterra. El partido fue interrumpido en dos ocasiones por los gritos xenófobos que se escucharon en la grada. EA Sports ha tomado buena nota y ha presentado la camiseta oficial contra el racismo de FIFA 20.
Los aficionados búlgaros estaban avisados. La UEFA cerró los fondos del Estadio Nacional Vasil Levski de Sofía durante dos partidos, pero eso no impidió que los xenófobos camparan una vez más por sus anchas. La organización europea también instaló varias pancartas exigiendo respeto por los jugadores, algo que por supuesto tampoco hizo callar a los racistas.
El fútbol tristemente sigue siendo blanco de aficionados radicales, hinchas violentos e impresentables racistas. Lo que debe ser un espectáculo fantástico, donde dos naciones se juegan con honor la clasificación para una Eurocopa, es manchado por gañanes con ningún interés en el deporte y que tan solo viven para demostrar su necedad.
Afortunadamente, aunque los idiotas sean incontrolables en determinadas circunstancias, la mayoría de los aficionados rechazan estas actitudes y demuestran que el ser humano es mucho más que un color de piel o una nacionalidad. En este caso, el apoyo viene por parte de EA Sports, una compañía que ha hecho mucho por glorificar este bendito deporte. La nueva campaña de la editora se une a la ya iniciada en la Premier League #NoRoomForRacism, no hay lugar para el racismo.
EA ha creado una nueva camiseta dentro de su colección. Si habéis jugado a FIFA 20 en las últimas horas ya la habréis visto, aunque dejamos la imagen de la misma en este artículo. Los jugadores de la Premier Virgil van Dijk, Jesse Lingard, Tammy Abraham y James Maddison, o sus avatares virtuales, sirven de modelos para mostrar al mundo la camiseta contra el racismo.
El partido de los incidentes acabó 0-6 a favor de Inglaterra. Un resultado corto para lo que merece una afición tan execrable. El partido se detuvo en dos ocasiones. A la tercera hubiera creado una situación más lamentable: los ingleses se hubieran retirado del encuentro, tal y como marca el nuevo protocolo para la lucha contra el racismo de la UEFA.
Las consecuencias en Bulgaria también se dejaron notar. El presidente la federación búlgara, Borislav Mihaylov, que anteriormente había quitado hierro a los incidentes, tuvo que presentar su dimisión forzado por el primer ministro del país. El seleccionador búlgaro, Krasimir Balakov, también presentó su dimisión. Además, 16 personas fueron arrestadas por los cánticos racistas y la UEFA ha presentado una acusación formal a la Unión Búlgara de Fútbol por el comportamiento de sus aficionados.
La UEFA tiene una gran oportunidad para cortar de raíz un problema que comienza a ser preocupante. No hay palabras para justificar el comportamiento de la afición búlgara, y aunque los jugadores tengan que sufrir algo que quizá no merezcan, el castigo debe ser ejemplar.