PlayStation 5 piensa en cartuchos para ampliar su almacenamiento
Una patente de Sony nos ha dejado ver lo que sería la solución a los problemas de almacenamiento en su nueva consola: una PlayStation 5 con cartuchos. El fabricante podría incluir un sistema de cartuchos SSD que funcionarían como unidades de almacenamiento externo en la próxima consola.
Actualización: Finalmente, la patente de cartuchos de Sony estaba destinada a un juguete para niños, no a la próxima consola. El juguete está fabricado por el gigante japonés y se pueden ver los cartuchos en un anuncio que se puede ver en YouTube. La propia web que lanzó la información original ha desmentido el uso de cartuchos en PS5. Al menos, estos cartuchos.
Noticia original:
El almacenamiento y la velocidad de descarga e instalación han sido una de las principales pegas de la actual generación de consolas. Los 500 GB que llegaron con los primeros modelos se quedaron escasos a las primeras de cambio. Sony está buscando una solución para este problema en PlayStation 5.
La futura consola contará con unidades de almacenamiento SSD. Eso elimina de golpe la lentitud a la hora de instalar los datos y mejorará los tiempos de carga. No obstante, nos vamos a encontrar con el mismo problema en la próxima generación: los discos SSD de gran tamaño encarecerán la consola y no serán mayores de lo que actualmente vemos.
PlayStation 5 con cartuchos para ampliar el almacenamiento
Para intentar paliar el problema, Sony parece que trabajar en un sistema de almacenamiento propio (una vez más) en forma de cartuchos intercambiables. Será como instalar un disco duro externo, pero con su propia carcasa y adquirido a Sony.
La información nos llega del portal LetsGoDigital. El medio ha creado un render con la posible forma final de estos cartuchos de almacenamiento externo. En ellos se podrán instalar juegos, como ocurre actualmente en un disco externo. La diferencia está en que al ser un sistema propietario, la consola accederá rápidamente a los datos, mucho más que si fuera un disco USB, facilitando la promesa de Sony de acabar con los tiempos de espera.
Además, esto permitiría al fabricante japonés presentar diferentes modelos de PlayStation 5. Cada uno de ellos tendría una capacidad diferente y, por supuesto, llegarían a las tiendas con distintos precios. Sería la manera más sencilla de abaratar costes.