Rise of the Ronin: Honor, traición y gatos (Análisis)
Team NinjaHemos jugado a Rise of the Ronin y en este análisis te traemos nuestras impresiones y por qué deberías jugarlo. O no jugarlo. No, en serio, juégalo.
Team Ninja nos trae Rise of the Ronin, un juego en exclusiva para PlayStation 5 que no debes dejar pasar.
Rise of the Ronin se lanzó el pasado 22 de marzo, y aunque puede no haber llamado tanto la atención para los fans de Dragon’s Dogma 2, es otro juego del que tenemos que hablar, y por eso aquí traemos nuestro análisis.
La historia de un ocaso
Hay pocos periodos en la historia de Japón que resulten tan interesantes como la restauración Meiji o el período Bakumatsu. En este último período, el shogunato comenzó a realizar concesiones comerciales y territoriales a las potencias occidentales, lo que provocó que varias facciones de samuráis y ronin se rebelaran contra el shogunato.
Fue una época convulsa durante la cual Japón vivió un enorme cisma social y cultural, y no es de extrañar que se hayan creado tantos libros, películas y juegos inspirados en aquellos tiempos.
Éste es el marco histórico de Rise of the Ronin, el último lanzamiento de Team Ninja disponible en exclusiva para Playstation 5. En este juego encarnamos a un ronin del misterioso grupo Filo Velado, y tendremos que desentrañar una trama de traiciones e intrigas políticas en la que corremos tanto riesgo de enemistarnos con el shogunato como de buscarle las cosquillas a los soldados americanos que ocupan las poblaciones principales.
Durante nuestras aventuras por la región de Edo podremos adquirir nuevas habilidades, usar diferentes escuelas de combate con cada una de las armas disponibles (desde katanas, naginatas y otras armas clásicas en este género como sables de la marina americana) y cultivar una variada red de contactos y aliados que nos ofrecerán distintos tipos de ayuda a medida que profundicemos nuestra relación con ellos.
¿No he estado aquí antes?
He oído decir a menudo que “la comparación es el ladrón de la felicidad”, y por eso intento probar y disfrutar cada juego por sí mismo… Pero posiblemente la gran debilidad de Rise of the Ronin es la tremenda sensación de dejà vu que he sentido al jugarlo, debido a sus mecánicas.
Cuando apenas llevaba un par de horas de juego tuve que pausarlo para asegurarme de que no fuese un juego desarrollado por Ubisoft o alguna de sus subsidiarias. Porque el ritmo de juego y muchas de sus mecánicas principales eran muy similares a las de alguno de los juegos de la franquicia Far Cry o Assassin’s Creed.
Desbloquear zonas del mapa mediante torres o estandartes, recoger recursos para fabricar objetos y mejoras… prácticamente todos los elementos de su jugabilidad son elementos que he usado en otros juegos. Y a veces con mejores resultados. Aunque, lo siento, no puedo pasarlo por alto: Rise of the Ronin se redime mucho en este aspecto ya que dos de los coleccionables opcionales consisten en buscar gatos y perros, y darles sus merecidos mimos.
Un combate de honor
Además de explorar, tendremos que combatir bastante a menudo, y el combate no es demasiado original (sobre todo si has jugado a Ghost of Tsushima, un título con el que es casi imposible no hacer comparaciones). Como en tantos otros juegos de esta década tenemos ataques de melee rápidos, ataques cargados, bloqueos y parry, y podemos usar en todo momento algunas armas de proyectiles tanto en medio de un duelo como en asaltos sigilosos.
Según vayamos ganando puntos de experiencia y de habilidades, podremos desbloquear también combos, métodos de asesinato silencioso o posibilidades de fabricar remedios y municiones.
No obstante, si bien el combate no es muy novedoso, sí es intenso y puede llegar a ser todo un reto. Tendremos que habituarnos no sólo al alcance y daño de cada arma a nuestra disposición, sino a reconocer también esos patrones en nuestros atacantes para anticiparnos a los golpes y sobrevivir. Y cuando creamos que ya entendemos y controlamos bien el ritmo de la lucha, puede ocurrir que nos enfrentemos a un jefe cuyo repertorio y velocidad de ataques nos deje a la altura de un novato.
Como aspecto muy positivo del sistema de combate, en algunas misiones lucharemos junto a uno de nuestros aliados, y no sólo nos ayudarán a derrotar a nuestros enemigos sino que, con una sencilla combinación de botones (L1 + ^) podemos pasar a controlar inmediatamente a este compañero. Una vez entendí bien este sistema fue muy útil y divertido pasar de un luchador a otro para flanquear, atacar por la espalda o incluso salir de una situación complicada, ya que la IA de estos compañeros es bastante fiable y pueden apañárselas solos relativamente bien.
El alma del Ronin
Dicho todo esto, hay que ser justos y resaltar que este juego tiene también mucho espíritu y carácter propio, y éste es su punto fuerte. Todos los aspectos visuales, desde la vestimenta y diseño de los NPC a las poblaciones y edificios están muy cuidados, y la sensación de inmersión histórica es muy potente.
Me resultó fascinante recorrer a pie las calles de Yokohama y ver ciudadanos vestidos a la moda occidental paseando junto a otros con prendas tradicionales japonesas, o encontrar casas y chozas de diseño nipón frente a edificios neoclásicos europeos. Y no debo ser la única, ya que este juego ha obtenido notas mucho más altas por parte de jugadores japoneses en sitios como Metacritic, por lo que asumo que se sienten satisfechos con el rigor histórico del juego.
Como añadido personal, recomiendo también jugar con el audio en japonés para que la ambientación sea aún más efectiva.
Una historia cautivadora
Tampoco quiero desvelar demasiado en este aspecto, pero la trama central es bastante sólida y, para mí al menos, llegó a ser bastante cautivadora. Los lazos personales y el honor son un pilar central de la narrativa y creo que el equipo de Team Ninja ha sabido pulir muy bien este aspecto. En ocasiones tendremos que cruzar nuestras espadas con un aliado o personaje muy importante para nuestro ronin, y aunque a veces estos momentos son predecibles, otros giros de guión me cogieron totalmente por sorpresa.
Rise of the Ronin también utiliza algunos elementos RPG que nos ofrecerán mayor control sobre el rumbo de nuestra historia. Al interactuar con algunos personajes o NPCs podremos elegir varias opciones de diálogo que pueden tener consecuencias tanto a largo plazo como inmediatas. Como por ejemplo, evitar una situación tensa o provocar un combate.
Toma de decisiones
Pero el mejor de estos elementos ocurre cuando el camino se bifurca ante nosotros: tras las primeras horas de juego podremos escoger una causa a la que ser leal, tanto durante misiones principales como secundarias: actuar de forma neutral, a favor del shogunato y en su contra. Durante las primeras horas del juego será posible decidir entre uno u otro bando en cada misión. Pero será menos fácil a medida que progresemos y nuestra elección tendrá peso en el desenlace de la historia.
La primera opción es la más sosa, pero hay una elección bastante difícil entre las otras dos. Si actuamos a favor del shogunato y del poder establecido estaremos manteniendo el orden y la paz, a costa de que los americanos y potencias europeas ganen cada vez más control sobre el gobierno. Mientras que si actuamos en contra del shogun, estaremos luchando por conservar la cultura e identidad de Japón recurriendo a veces a métodos cuestionables, como asesinatos y atentados.
Además, muchos de los aliados que nos encontraremos por el camino serán leales a una u otra causa, por lo que nos arriesgamos a perder nuestra relación con ellos dependiendo de nuestras elecciones.
Resumiendo nuestro análisis, deberías jugar a Rise of the Ronin
Puede que haya sido un poco dura con Rise of the Ronin al principio de este análisis. Sí que es cierto que cuando has probado una determinada fórmula demasiadas veces se hace difícil no notar el tedio de la repetición. Y a veces ir de un punto a otro de los mapas se convertía en un trámite en lugar de en una sesión de exploración.
Pero no creo que Team Ninja estuviese buscando reinventar la rueda de cara a estas mecánicas. Me he quedado con la sensación de que han querido centrarse en que los pilares centrales del juego, o por lo menos sus señales principales de identidad, fueran sólidas. Y siento que lo han conseguido.
Una vez pasadas las primeras horas, cuando el juego encuentra su ritmo, dejas de sentir que estás experimentando un refrito de títulos anteriores y comienzas a vivir algo único. Por ejemplo, aunque mencioné y elogié antes el sistema de combate con compañeros por su utilidad, pocas veces he sentido esa tensión al ver a mi camarada acorralado. O sentir ese subidón al ejecutar correctamente un combo pasando de un luchador a otro. Y he resaltado también el acierto de la inmersión histórica en Rise of the Ronin. Pero no podía cerrar este artículo sin volver sobre ese punto.
La historia como punto de apoyo
Los videojuegos son principalmente un producto lúdico, de entretenimiento, pero pueden tener también un lado educativo o formativo para el jugador. Y no es ni de lejos la primera vez que hemos jugado a títulos que se apoyan tanto en acontecimientos históricos (hemos mencionado antes Assassin’s Creed entre otros ejemplos). Pero pocas veces un videojuego me ha hecho sentir tanto interés por un período histórico del que conozco tan relativamente poco y que transformó de forma tan radical a una nación. Y Team Ninja han triunfado en este aspecto gracias al ritmo de la narrativa. A permitirte conocer los puntos de vista e intereses de las diferentes facciones y al darle motivaciones personales y de peso al avatar que encarnamos.
Por todo esto, creo que aquellos de vosotros que contéis con una PS5 deberíais darle una oportunidad a Rise of the Ronin y disfrutar de este viaje al pasado nipón tanto o más como lo he podido disfrutar yo.
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